domingo, 20 de abril de 2008

HOLA PAMPA MIA

SILVIO LANG

Tragedia clásica francesa en Argentina

"Recibir a Jean Racine es trasladar a Argentina no sólo la pieza teatral Berenice, sino también reponer su contexto basado en las convenciones y el pensamiento de la sociedad cortesana y cartesiana del clasicismo francés de la segunda mitad del siglo XVII, en que se funda nuestra modernidad", explica Silvio Lang, el joven director de la obra que se repone en el Tearo Payró de Buenos Aires, todos los domingos de abril, con un elenco que integran Ana Yovino, Pablo Finamore y Alfonso Tort, entre otros.
"Tal traducción cultural en la ejecución de la pieza transporta el habla del autor, su relación con la literatura dramática que le precede (Racine realizó una transposición clásica a la vida sentimental de su época) y la que le continúa (para Paul Valery, Racine será el padre del teatro moderno). Nuestra elección nos sitúa ante un crecimiento y una apertura del lenguaje humano, en que una lengua -la del grand siècle francés- y la inventada por el dramaturgo para sus héroes y heroínas, está a punto de morir. Estamos en presencia de un holocausto lingüístico: con la muerte de una lengua muere un mundo. En este ’diálogo con los muertos’ hemos de construir un pasado presenciado", agrega.
Dice Lang, que el arte de la conversación nacido como puro juego y contrapartida de la violencia del absolutismo en los salones parisinos que presidían ciertas mujeres de avanzada, según Benedetta Craveri, en su libro "La cultura de la conversación", "obedecía a leyes de claridad, de mesura, de elegancia, de respeto por el amor propio y ajeno". "El talento para escuchar era más apreciado que el talento para hablar, y una exquisita cortesía frenaba la vehemencia e impedía el enfrentamiento verbal", señala.
Acota que también una conversación que combina "ligereza con profundidad, elegancia con placer, la búsqueda de la verdad con la tolerancia y con el respeto de la opinión ajena", tiene "el lugar del recuerdo, lleva una vida clandestina".
Y vincula en este sentido el estreno de Berenice en Argentina. Sostiene que "responde a una estetización de la renuncia pulsional, una erotización de las relaciones de la vida corriente y de la conversación". "Mitigar la violencia de las relaciones cotidianas conlleva un desplazamiento que sólo se alcanza en la superación del plano de la rivalidad. Aquí el bien decir es un elemento del bien vivir", remarca.
Por otra parte, afirma que en Berenice, "opera un severo desplazamiento de los géneros: hombres femeninos y mujeres fuertes, tragedia o elegía dramática, drama moderno o melodrama. Vasto es el campo contextual y nuestro intento de comunicarnos con la obra será siempre una aproximación aunque nuestro presupuesto sea que la inteligibilidad es concebible y comprensible. Para ello es necesario un acto inicial y fundamental de confianza".
Agrega que George Steiner denomina a esta tentativa de encuentro "cortesía de la recepción", algo que "demanda cierto tacto del corazón" y explica que "el fenómeno de cortesía organiza, es decir, estimula a la vida articulada y nuestros encuentros con el otro". "Esa distancia vital es un garante de la otredad y libertad de la obra", destaca.
"En nuestro teatro: ni textocentrismo, ni escenocentrismo, más bien diálogo. Si el presupuesto que sujeta a la escena teatral hegemónica actual es ’matar al padre’ el nuestro será ’reconstruir al padre’", dice Lang.
"No se trata de dejar intacta la tradición del teatro clásico francés y limitarse a conservarlo, sino de aprender a concebirlo y decirlo de nuevo. Un encuentro donde lo que fue sea para quienes hoy somos. Ser como los otros y como uno es, es dar con el sitio de encuentro de la comunidad humana", reflexiona.


EXISTENCIA

Silvio Lang nació en 1979, en Santa Rosa. Reside en Buenos Aires. Es director de teatro, docente en puesta en escena, actuación y dramaturgia. Estudia Letras en la UBA. Se formó en puesta en escena, actuación, dramaturgia y danza contemporánea. Dirige el "Taller de investigación actoral con montaje 2008" del Centro Cultural Rojas y la clínica de actuación "La imaginación actoral" en el IUNA. Es miembro fundador e integrante del colectivo artístico Casa Dorrego y docente de la Red Sudamericana de Danza. Realiza asesoramientos teatrales a obras de danza contemporánea. Dicta seminarios y conferencias sobre danza contemporánea. Coordina ciclos de lectura y seminarios literarios. Puso en escena obras de Racine ("Berenice"), Marguerite Duras ("La música"), Eurípides ("Las troyanas"), Tennesse Williams ("Lo que no se dice"), Yukio Mishima ("Lady Aoi"), Graciela Safranchik ("Kadish"), Juan José Sena ("El deseo de la Petra Polanco"), Alejandro Urdapilleta ("La intemperie") y Daniel Veronese ("Cámara Gesell" y "Formas de hablar de las madres"). Incursionó en la dramaturgia con su obra "Tango Nómade". Obtuvo premios, subsidios y becas, y participó en festivales nacionales e internacionales.

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